Entrevista que le hiciera el
escritor, poeta, Pedro Ruiz, en su Libro “ La Memoria de Aragua,
Vol. II”, en el año 1992.
Margarito
Aristiguieta:El cantador mayor
Unas 1.800 composiciones
del más famoso cantador del Joropo central enriquecen nuestro
folclor. Han transcurrido más de 50 años desde que un gañán lo
escucho cantar en la rama de un Guamo y el hombre sigue cantando con
la misma inspiración del niño que era, aquel día inolvidable que
le semrió el destino y el sueño de ser artista le alargó los
pantalones
Cantando subido en la rama de
un guamo estaba Margarito Aristiguieta cuando le sonrió el destino.
Tenía doce años y ganaba 1,25 bolívares halando escardilla y
recolectando café. Emulando a los pájaros inventaba melodías en
las alturas y soñaba con viajar muy lejos como todo niño
campesino. Era el tiempo de las grandes cosechas cafetaleras en los campos mirandinos y el tiempo en los que todo muchacho que nacía debía asumir los oficios de un adulto antes de cumplir los diez años. Entonces lo escuchó un gañán que andaba cerca y el sueño de Margarito le alargó los pantalones .
“Un día Juan De La Cruz
Revete, un gañan que trabajaba en las haciendas me escuchó
haciendo versos subido a un árbol, el domingo siguiente había un
remate de café y yo me presenté a vender empanadas en la gallera
. Cual no sería mi sorpresa cuando el catire Revete me dice. Si
echas una cantada con quintín Briceño te voy a comprar todas las
empanadas. me regaló un real y yo me tomé una cola Benotti
mientras el Catire seguía emocionándome. el Catire , que era un
parrandero, me ofreció un palito y luego otro, y de pronto yo ya
prendió le dije al arpisto: tóqueme Las Flores de Quintín. me puse
a cantar de espaldas al público pero ya a la segunda canción
estaba cantando de frente y pidiendo otro traguito”.
VERSEANDO Y LLEVANDO EL
ARPA
A los quince días de haber
cantado en la Gallera de Guareguare, Margarito ya estaba cantando su
baile en Carrizales. Era el comienzo de una larga jornada “verseando
y llevando el arpa, porque así lo exigían los arpistos de los
tiempos de antes”. Pocos años después iba a tener su primera
experiencia negativa por no saber medir, con exactitud, lo
peligroso que puede ser un verso.
-Fue
cuando me enamoré y despechado porque los padres de la muchacha se
oponían a nuestra relación improvisé unos versos donde
describía mi amor por ella, y tuve que salir del poblado llevando
como experiencia que uno siempre debe saber medir el terreno antes
de iniciar un canto.
De Carrizales, el cantor por
excelencia de la música central, fue a dar a La
Voz de La Patria, con
el arpisto Pedro Flores. Ya ganaba mucho más de los 7 bolívares
que recibió en su primer baile, y mucha gente empezó a hablar de
un Catire de Guareguare que improvisaba como un artista grande.
“Yo iba a los bailes
pero me daba culillo quitarle las maracas al negro Quintín. Pensaba
para mí: ¿Cuándo pego yo con ese hombre?. Ya Quintín me
conocía y decía: ´ Por allí y que anda un Margarito que canta
como un diablo´. Un día voy en un autobús para Santa Lucia,
donde habían fiestas patronales, escucho conversar a dos caballeros
que van delante de mí y me doy cuenta que son Salvador Rodríguez
y El Chirulí de Aragua. Me les presenté y me fui con ellos. En
la fiesta El Chirulí le decía a Salvador: “Déjame darle las
maracas a ese muchacho”. Yo me había echado unos tragos y estaba
brindando a todos los presentes, y escucho cuando Salvador responde:
“ ¡Tú estás loco!. Vamos a grabarle a unos dominicanos y le
vamos a entregar las maracas a ese borracho.” Tenía razón
Salvador, porque él siempre fue muy exigente con su arte. Yo me
hice el loco y me fui.”
Pero el encuentro de los dos
grandes puntales del joropo central de todos modos se iba a
producir muy pronto.
- Ellos
tenían un Programa en Radio Difusora Venezuela, y yo me presenté
para verlos. El Chirulí al verme le dijo a Salvador: “Mira donde
está el catire Margarito”. Ese día los invité a mi casa y
Salvador se fue conmigo, hablamos toda la noche y nació nuestra
amistad de toda la vida. El día que por primera vez canté con él
fue por casualidad también. Ellos fueron a tocar un baile a
Caracas, yo llegué como a las 8:30 y me doy cuenta que algo
pasaba porque escuché decir. “Llegó el hombre que nos va a
salvar la noche”. No había llegado El Chirulí y Salvador me
invitó a que lo acompañara, y esa noche empezó la fiesta que
por años llevamos juntos alegrando a la gente con arpa, maraca y
buche.
NACIÓ CON ESA INSPIRACIÓN
Margarito, que nació el 26
de octubre de 1925, recuerda como primeras influencias a los músicos
Fernando Aristiguieta, Pablo Hernández, José María Tremaria y
Augusto Mota, algunos de ellos ya habían grabado y él escuchaba
los discos de 78 revoluciones en la única vitrola de Güaregüare.
Eran los famosos golpes “La Resbalosa”y “La Burra”, que
estaban de moda en aquel tiempo.
“Esas fueron mis
primeras influencias. Tiene que ser que en aquellos pueblos el
joropo se escuchaba desde los siglos pasados, pero la inspiración
del cantador, pienso yo, nace con él. Porque eso de cantar o
tocar bien no se aprende en escuelas. Aquí han venido a que yo les
enseñe a cantar y yo les digo que eso de improvisar nace con la
persona. No se puede enseñar como otras músicas porque eso que
hacemos no está escrito.”
En su transitar artístico
Margarito ha sido el más prolífico compositor venezolano. Entre
1500 a 1800 composiciones suyas enriquecen nuestro folclor dando
cuenta de su don especial para hacer poesía de todas las
manifestaciones de nuestra tierra. Entre las que recuerda con más
cariño están : La Oración del Tabaco, Oración del Chirulí, La
Revuelta, El Majomo, Mosaico Aragüeño, Los joroperos, A una
Madre, El camorrero, El Perro, Canto a Bolívar, El
Cuatricentenario, Lucero de la Mañana, Yaguazo contestao con Guabina
y el Baile de los santos.
Aristiguieta ha recorrido
todo el territorio nacional y es el primer cantador criollo que
exportó su talento a varios países de habla hispana. Muchos son
los festivales que ha ganado y con mucho goce afirma que sigue
cantando en los bailes de escote ( el pago para tener derecho a
bailar).
“ El joropo central nació
en las haciendas. Cómo te explicas tú que haya prendido con
tanta fuerza entre nuestros campesinos, donde como tú sabes están
ligadas las culturas autóctonas con las que vinieron de afuera. Es
una música del negro y del blanco, por supuesto, como toda obra de
los pueblos ha sufrido transformaciones , pero en todo caso nuestro
arte hunde sus raíces en un pasado lejano y no siempre muy
alegre. Resume de algún modo la sabiduría de nuestro pueblo que
tiene fama de ser un pueblo musical por excelencia.”
MUCHOS INTERPRETES
En casa de Margarito
Aristiguieta, en la urbanización La Mora de La Victoria, se hace
música diariamente. Recientemente uno de sus hijos, Wilfredo
Aristiguieta, compositor y músico, ex integrante del Grupo Vera,
bautizó su primer Disco Compacto. Le escuchamos improvisar y luego
continúa hablando de su trabajo artístico de más de seis décadas.
“Nuestra música es una
sola, la diferencia es que el golpe aragüeño es casi valseado y
el mirandino es más movido. Lo que se llama el Golpe Tuyero es
cuando los bailadores piden un golpe pero es la misma música, solo
que en Aragua se toca más pasaje. Se arranca con un pasaje , luego
viene la entrada de Yaguazo y le sigue el Yaguazo corrido, entra la
Marisela, que es donde el arpisto se luce mientras el cantador
estudia el verso que va a decir al público. Le sigue La Guabina para
que los bailadores hagan gala de sus cualidades, y concluye con la
llamada Mono o del Coco. Cuando el arpista es completo, como Salvador
Rodríguez, se toca la Revuelta completa. El cantador puede cantar
letras, una décima o improvisar. La estructura es igual, por eso es
que todos nos hemos puesto de acuerdo y la llamamos música central
o Joropo Central.”
Salvador Rodríguez sale a
relucir en la conversación de Margarito a cada momento. “Es
que él ha sido nuestro maestro, hasta los instrumentos de él le
tenemos afecto, como su arpa grande que bautizamos como la
Manclenca . en nuestro caso ha habido una vinculación geográfica
y humana que ha nutrido nuestro folclor. El Chirulí, por ejemplo,
está enterrado en miranda y yo que nací allá vivo y lucho aquí.”
Ya han transcurrido más de 60
años desde que el gañan lo escuchó cantar en la rama de un
árbol, sin embargo Margarito sigue cantando con la misma
inspiración del niño de Güaregüare. Sin duda, nació con un
don que le ha permitido hacer realidad todos sus sueños.
DOS COMPOSICIONES DE
MARGARITO ARISTIGUIETA
QUE BUENO ES TENER AMIGOS
No me quejo de la vida
porque me ha tratado bien
si he tenido desnivel
siempre le he dado salida
al tener la fe perdida
algún consuelo consigo
porque el camino que sigo
es de ser con todos leal
por eso debo afirmar
qué bueno es tener amigos.
II
Desde que estaba muchacho
siempre fui buen compañero
sin estar de retrechero
echándomelas de macho
dígame usted por mi trato
cuál es el fin que persigo
aquí todos son testigos
de mi buen comportamiento
lo digo porque lo siento
que bueno es tener amigos
III
Hablo con el corazón
mis amigos verdaderos
a toditos yo los quiero
no hago ninguna excepción
hombres y mujeres son
como las flores del trigo
que se forman al abrigo
de la lluvia con el sol
lo digo de corazón
que bueno es tener amigos.
SE FUE SALVADOR CON SU
ARPA
(Con motivo de la muerte
del gran arpisto aragüeño en 1992)
Se fue Salvador con su arpa
se fue para el mas allá
Quintín Duarte y “Chirulí”
lo mandaron a llamar
con el “Canario de Aragua”
y también Villamizar
porque tenían una fiesta
Salvador iba a tocar
había un joropo en el cielo
de la música central.
II
En esa fiesta rumbosa
que tenía el Dios divino
faltó don Fulgencio Aquino
con su arpa majestuosa
“Chirulí” cantó una
glosa
y Quintín lo tatareaba
mientras Salvador tocaba
el golpe e´ la refaloza.
III
Llegó Florencio Morales
maestro de Salvador
ahí tocó con sabor
el golpe e´Los Turupiales
“El Canario” en sus
cabales
dijo: “voy a cantá ahorita”
y con palabras bonitas
Quintín hizo este clamor:
¡Toca el arpa Salvador
anda, toca la burrita!
IV
Tocó don Melquiades Aquino
el hermano de Fulgencia
quien tocó con sentimiento
varios golpes mirandinos
Villamizar con su tino
cantó el golpe de Florinda
San pedro la hamaca guinda
y dijo con maravilla:
“así es que se canta
ahora, Villa
Canta ahora Aragua linda.